Algo que nos suele pasar a todas
las mujeres que nos pintamos las uñas es que, en ocasiones, cuando retiramos el
esmalte, notamos que la uña ha adquirido un tono amarillento que tardamos en
quitar.
La razón se debe a que los
esmaltes de tonos oscuros como rojos, burdeos, negros, azules, etc. llevan
pigmentos amarillentos en su composición. No hay que olvidar que la uña es piel
deshidratada, es como una esponja, y es muy absorbente. Es por ello que cuando
tenemos las uñas pintadas durante mucho tiempo con estos tonos de esmalte, la
uña absorba tinte de ese esmalte.
Una falsa razón que se suele
escuchar con frecuencia es que las uñas se amarillean porque el esmalte no la
deja respirar. Hay que tener en cuenta que las uñas son células muertas, no
transpiran.
La solución es pulir la uña para
eliminar la capa dañada. Recuerda que tu uña tiene más de 500 capas, por lo que
este limado no afectará a la calidad y dureza de nuestra uña. También existen en el
mercado blanqueadores de uñas que contrarrestan este efecto. En d-uñas contamos
con “nail brite”, un blanqueador que
en tan sólo 5 minutos dará a tu uña un aspecto limpio, blanco y natural.
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